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¿Por qué una web debe convertir y no solo agradar?
Seamos claros: tu web no está para ser una postal. Está para vender.
Que no te llenen la cabeza con premios de diseño ni con los aplausos de “expertos” que valoran si tu tipografía está a la última o si el degradado es más cool que el de tu competencia. Ninguno de esos pequeños detalles te va a pagar una sola factura.
Las webs sirven para vender. Para recoger datos. Para recibir reservas.
Y luego, si eso, para agradar. Porque el único dato que debería importar a tu negocio es el de la conversión. Lo demás es, simple y llanamente, ruido de fondo.
Este post sobre “webs que convierten vs webs que agradan” nace de una reunión matinal en la oficina de Tekla, con café recién hecho sobre la mesa, una lluvia de ideas y un debate animado sobre el tipo de clientes con los que nos gusta trabajar.
Una charla informal donde resumimos cuatro motivos que definen nuestra forma de pensar y que cualquiera del equipo podría explicarte. Son los mismos que te contaría David, nuestro CEO, si mañana se sentara contigo a hablar de la presencia de tu marca en internet: ideas claras, directas y, como nos gusta decir, al más puro estilo Tekla.
Lo bonito sin conversión es un coste
Una web impecable a nivel de diseño puede deslumbrar… pero si no convierte, es solo un gasto recurrente.
Hosting, actualizaciones, fotos, textos: todo suma.
Y lo que queremos es que esos gastos sean solo parte natural del precio de tu producto. Igual que en un ecommerce destinas un porcentaje a los envíos, o en una tienda física al personal. Aquello del 33% producto, 33% gastos y 33% beneficio.
Lo estético entretiene. La conversión paga.
Sin conversión tu marketing se encarece
Puedes invertir tanto como quieras en SEO, campañas de pago o redes sociales. Pero, como solemos decir, eso puede convertirse en una hucha sin fondo con relativa facilidad.
Y sí, funciona: si gastas en publicidad, tu web se llenará.
Pero si no tienes tu web bien diseñada, es lo más parecido a quemar dinero. Porque por muchas visitas que entren, nadie comprará.
En palabras más técnicas: lo que importa es el coste por cliente. Lo demás, otra vez, es solo ruido.
Sin datos basados en la conversión solo te quedan opiniones
Una web “bonita” da pie a debates infinitos: ¿este color gusta más?, ¿esta tipografía está de moda?
Pero nada de eso te dirá si tu negocio está creciendo.
Hay que establecer un método científico. Definir métricas de conversión (lo que en marketing se conoce como los KPI de producto) significa pasar de opinar a medir.
Y con datos, se toman decisiones que mueven el negocio.
Agradar no asegura el futuro
Diseños recargados, animaciones infinitas, efectos que parecen espectaculares…
Todo eso puede gustar, pero no necesariamente ayuda al usuario. Una web que convierte normalmente simplifica, guía y facilita la acción. Y simplificar siempre ayuda.
Piénsalo bien: lo que hoy es “bonito” puede darte orgullo, likes o incluso premios. Pero, sin conversiones, no va a ser sostenible durante mucho tiempo.
Y, por si fuera poco, está el coste de oportunidad. Porque no es que el cliente no te compre… es que cada cliente que pierdes tú, se lo gana la competencia.
La idea con la que queremos que te quedes
Tu web no está para decorar, está para vender.
Y da igual el sector: abogados, hoteles o ecommerce. Una web sin propósito es solo un gasto.
En Tekla no trabajamos para el aplauso, trabajamos para que tu web funcione como debe: generando clientes, ventas y oportunidades.
Si compartes esta forma de verlo, será un placer sentarnos contigo y pensar juntos cómo hacer que tu web deje de entretener y empiece a convertir.